miércoles, 6 de abril de 2011

CONFESION

El andurriar inexorable de los años
socavó solapado un organismo pleno
y entre los temas por los que regaño
fue el comprobar que escuchaba menos.
Concurro religiosamente al oculista.
A los anteojos, les otorgo primacía,
si cada vez veo menos, el especialista
dirá laser, bastón blanco o perro guía.
Declina mi individual metamorfosis
con achaques que sumaron su lectura,
con síntomas que mexclan a la artrosis
con un dolor inextinguible de cintura.
No solamente los dientes se fugaron,
tambien se endurecieron las bisagras.
Entusiasmo,caricias, sexo, retornaron
gracias a la feliz química del viagra.
El alemán Alzheimar, maléfico artesano
podría arribar muy avieso y sin decoro;
irrumpió anticipadamente un italiano
ya se que estoy, con "franco deterioro".
Horacio Urbañski

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